lunes, 26 de abril de 2010

Un día en Girona...

Nunca se sabe cuando se puede encontrar una buena fotografía, pero uno intuye que si va a Girona es casi necesario llevar la cámara (aunque sea la compacta como en este caso con un objetivo fijo de 40 mm).

Desde que hice mi reportaje de la ciudad en el curso de fotografía de viajes de IEFC con Rafa Badia como profesor hace ya 3 o 4 años, recuerdo con especial cariño esta hermosa ciudad. 
Pero el tiempo pasa y las miradas evolucionan y creo que me siento más cómodo con este tipo de fotografía que con la clásica de viajes.







Durante el viaje de regreso en coche a Barcelona, paré a tomar un café en una gasolinera y tomé esta fotografía con un luz que me gusta especialmente:


3 comentarios:

  1. Buenísimo, Carlos a pesar de ese cuidador que tenía derechos de reproducción para hacer fotografías en la iglesia!!!

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  2. ¡Es verdad!
    Ahora en la Catedral de Girona no se pueden hacer fotos porqué según palabras textuales del vigilante no quieren ceder los derechos de imagen para así ellos vender calendarios, postales y demás....
    ¿cuando se va a frenar esta obsesión recaudatoria por parte de todos los estamentos de la sociedad?

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  3. Me gusta mucho la quietud espiritual que se respira en la primera fotografía en el patio de la iglesia, con ese cielo azul limpio, parece que pertenezca a la meseta de un monasterio budista en el Tíbet. El resto también está bien pero destaco aquella en el puente con esa pareja de bohemios? Parece una romántica escena de una película ambientada en venecia y finalmente que perspectiva más curiosa de la arquitectura particular de una solitaria gasolinera en el atardecer!

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