miércoles, 29 de diciembre de 2010

Toulouse, un paseo por la ciudad roja.

Toulouse es una ciudad situada en el sur de Francia a medio camino entre el Mar Mediterráneo y el Océano Atlántico.
Llamada la ciudad roja -por la rojez de sus edificicaciones más antiguas- se caracteriza entre otras cosas por ser el inicio del Canal du Midi, se trata de una vía navegable construida en el s.XVII que une la ciudad de Toulouse con el Mar Mediterráneo. El Canal es uno de los principales puntos de interés de la zona ya que se organizan todo tipo de actividades alrededor del canal.
Otro de los atractivos de la ciudad son los múltiples monumentos e iglésias como por ejemplo la Eglise des Jacobins, impresionante por sus 8 columnas interiores de 28 m de altura que sostienen la nave principal formando una iglésia de un único espacio con una gran sensación de amplitud gracias a su elevada altura.
La característica más celebradada es la forma de terminación de palmera de cada columna dando un aire muy moderno para una edificación de los siglos XIII-XIV.
En estas fechas nos encontramos con el tradicional mercado de navidad situado justo en el centro de la ciudad en una amplia plaza llamada Place du Capitole.
Repleta de paradas navideñas tan acogedoras como variopintas, nos podemos encontrar desde instrumentos musicales tan arcaicos como tradicionales haciendo sonar -como no- la La Marseillaise...
...hasta un Papá Noel afrancesado con una barba muy postiza...
...o  unos tentadores crêpes a los que es difícil resistirse y más si esa tentación viene acompañada de tanta simpatía.
Siendo la oferta tan variada es difícil que nada despierte el interés del visitante.
Las atracciones temporales conviven con las permanentes y tratándose de una ciudad francesa es fácil encontrarse con los típicos carrouseles...
Debe ser una costumbre muy típica ya que en la gran mayoría de ciudades francesas que he visitado o he estado de paso siempre me he encontrado con al menos uno.
En este caso sirve para que los niños se puedan entretener mientras sus padres distraídos se comen los deliciosos crêpes o gofres que se podían adquirir en "demasiadas" paradas.

sábado, 25 de diciembre de 2010

Alex Webb y National Geographic: año 1992

Casi como un regalo de Papá Noel ha llegado a mis manos un ejemplar de agosto de 1992 de la revista National Geographic, en aquella época se estaban cociendo los juegos olímpicos de mi ciudad y yo era un inverbe con acné.
 ¿qué es lo que hace a este ejemplar especial? ¿por qué este y no cualquier otro?
La razón es bien simple, uno de los reportajes del magazine fué realizado por Alex Webb y para mi eso ya es una muy buena razón para adquirir el ejemplar.
El tema era Paraguay pero eso casi era lo menos importante ya que tratándose de quien se trataba estaban aseguradas las buenas fotografías.
©Alex Webb
Desde luego no me decepcionó, composiciones elaboradas, juegos de luces y sombras, diversos planos en una misma imagen son los sellos de identidad del fotógrafo.
©Alex Webb
Quizás no sean sus mejores fotografías ni las más representativas pero sin lugar a dudas se reconoce eso que se llama el estilo, un sello de identidad único, una forma de hacer las cosas.
©Alex Webb
Como el lector que reconoce el estilo de su poeta favorito, un consumidor de imágenes de Webb las reconoce al instante.
©Alex Webb
Volveré a ese rincón de la libreria a rebuscar entre esas olvidadas revistas a ver si encuentro alguna otra joyita. La segunda que adquirí es de septiembre de 1984 y en ella hay un reportaje "terriblemente ochentero" sobre la ciudad de Dallas relizado por David Alan Harvey, pero esa es otra historia...
¡Feliz Navidad!

jueves, 23 de diciembre de 2010

Edward Hopper y la fotografía de calle

Dicen que la condición intrínseca del ser humano es la soledad. En cierto modo es así, uno nace y muere solo y eso no se puede discutir.
Los cuadros de Edward Hopper inciden en esta temática, la de la soledad del individuo en la sociedad contemporánea. Yo no soy pintor ni crítico de arte, por lo que atacaré este tema desde el punto de vista que me interesa es decir, el de fotógrafo de calle.
La primera vez que vi fotografías de Hopper pensé: "esto es pura street photography". Inmediatamente me di cuenta de que estábamos hablando de pinturas y no de fotografía lo que me llevó a analizar con más profundidad los cuadros de Hopper.
Escenas cotidianas en las que no pasa nada especial pero al mismo tiempo ocurre todo, la vida en si misma. Una mujer tomándose un café, un hombre trabajando -se supone- a primera hora de la mañana...
...o una chica leyendo en el tren haciendo su trayecto diario que le lleva al trabajo...
...son fieles representaciones de lo que estoy intentando explicar. Están documentando la realidad, aunque sea una realidad imaginada como en este caso.
Continué reflexionando acerca de las pinturas, si esto fuese fotografía la cámara estoy convencido de que montaría un 50 mm. Las lineas son rectas, las proporciones muy naturales por lo que sin duda esa sería la lente.
Otro elemento común es la buena luz, en los cuadros los juegos de las dominantes nocturnas, los juegos de luces y sombras típicos de primera hora de la mañana o de los atardeceres más invernales inciden en este aspecto.
Es apasionante descubrir las semejanzas entre las pinturas de Hopper y la fotografía, estoy covencido que Hopper solo es la punta del iceberg y que también hay otros pintores que han tratado la realidad cotidiana como tema y que han podido influir a diversos fotógrafos.
Como dijo Navia, la fotografía y la pintura son primos lejanos, familiares que beben de las mismas fuentes pero diferentes en la forma.
Os agrego una fotografía de mi admirado Saul Leiter que bien podría pasar por una pintura del comentado Hopper o viceversa.
©Saul Leiter

martes, 21 de diciembre de 2010

Pessebre vivent de Rupit: 26 de diciembre y 2 de enero.

Queda muy poquito para el día de Navidad y con ella también llegan los diversos "pessebres vivents" típicos de Catalunya (desconozco si también se hacen fuera) en el que los habitantes del pueblo por unas horas se visten con ropa de pastor o de ángeles anunciadores haciendo una representación de los pasajes bíblicos del nacimiento de Cristo.
Ir a Rupit a visitar el "pessebre vivent" puede ser una buena propuesta para los días en que se realizan las representaciones que son los domingos 26 de diciembre y 2 de enero.
Sant Esteve es ideal ya que puede servir para hacer un poco de ejercicio y digerir aunque sea perezosamente los turrones y manjares varios de las copiosas comidas familiares de estos días.
En este tipo de propuestas es bueno ir deambulando por el pueblo dejándose sorprender por los acontecimientos que se puede encontrar en cada recoveco.
Hasta en los lugares más insospechados como puede ser en el portal o en el salón de una casa se puede observar mujeres haciendo punto o un grupo de hombres con la típica "barretina" catalana cenando y charlando amigablemente -como no- con el porró semivacio encima de la mesa.
En un improvisado establo, con una confiada ovejita y un niño que la cuida.
Si el visitante consigue combatir el frío y llega al final del trayecto nos encontramos con la representación del establo del niño Jesús y sus padres José y María.
El único pero que le puedo poner a este "Belén viviente" fué no encontrarme ni con la vaca ni con el buey ni con el "caganer".
Supongo que hay cosas que mejor no escenificar.

viernes, 17 de diciembre de 2010

La Rambla, entre la galería comercial o el espacio público.

El pasado sábado mientras caminaba por tan concurrido paseo barcelonés tuve una extraña sensación compartida con mi pareja de estar paseando por unas galerías comerciales en plena calle.
Por todos es sabido la reconversión o reciclaje de las antiguas pajarerias de las Ramblas en unos puestos de venta callejeros. Parece ser que la intención inicial del ayuntamiento es que estos vendieran productos de "alto standing".
Estas nuevas paradas son más grandes que las antiguas pajarerías y ocupan mucho más espacio lo que provoca que el espacio entre paradas se reduzca considerablemente ofreciendo esta sensación horrible de galería comercial callejera.
De las 11 pajarerías se han reconvertido 6 paradas, el resto de propietarios aún se siguen resistiendo.
 En los nuevos negocios podemos encontrar venta de cocas, dulces, turrones, venta de entradas para los acontecimientos deportivos más destacados de la ciudad...
...venta de bolsas...
...incluso podemos encontrar helados en pleno mes de diciembre...
Sin duda la oferta comercial es variada y por tanto no es de extrañar que incluso un moderno Papa Noel-sin duda ha perdido sus renos por el camino- decida ir a buscar algunos regalos para la nochebuena.
Todas estos "cambios" ha costado a cada propietario 40.000 € por parada reconvertida a sufragar por el Institut Municipal de Mercats, hay 6 por tanto de momento se ha invertido 240.000€ tal como se explicó en El país.
Nuestro estimado alcalde después de promover la reconversión ahora se ha dado cuenta del error y ha decidido dar marcha atrás y eliminar todas las paradas entiendo que con generosas indemnizaciones y eliminando un total de 80 puestos de trabajo.
La pregunta es: ¿no podían haberlo pensado antes y así no vaciar más las arcas del estado de su ya maltrecha economía?
Supongo que no, de todos modos si os queréis pasar por las Galerias Comerciales de la Rambla de Barcelona estas navidades aún estáis a tiempo.

miércoles, 15 de diciembre de 2010

Alfons Rodríguez, el camino al exílio republicano y el ejercicio de la memoria.

Después de leer este emotivo artículo de Alfons Rodríguez de como son tratados por algunos personajes los restos históricos del pueblo de Belchite, me he animado a mostraros lo que la semana pasada me encontré en el hermoso pueblo de Camprodon.
El día 8 de febrero de 1939 en la portada de La Vanguardia se anunciaba la caída de las ciudades de Olot y Ripoll en manos de los nacionales.
Esta portada es especialmente emotiva para mi porqué me hizo rememorar como mi "tieta" o siendo estrictos mi "tía-abuela" me explicaba siempre comiendo el día en que los nacionales entraron en el pueblo donde ella vivía, en Ripoll. Recuerdo como me explicaba que los nacionales les obligaron a todos a bajar a la calle, levantar el brazo y cantar una canción. Era la primera ocasión en que ella escuchó el "cara al sol" y en su inocencia exclamó "oh, que canción más bonita" ...  si hubiera sabido...
Es emotivo que gracias a esta portada de periódico puedo poner fecha exacta a ese día.
En el III año triunfal -tal como se enumera en la portada- la guerra civil finalizó con un resultado adverso para los intereses de la libertad y la democracia.
Era bajo ese contexto cuando miles y miles de derrotados republicanos comprobaron que su única salida posible era el exílio. Durante esa retirada las tropas iban abandonando armas y utensílios que ya lo único que hacían era lastrarlos en su fatigado caminar.
Esta es la temática de una exposición de objetos encontrados en el rastro que los forzados exiliados dejaron en los alrededores de Camprodon en su viaje hacia Francia.
Armas oxidadas, cascos viejos, proyectiles, granadas...
...incluso carritos de niños y demás cachivaches hacen que la visita a Camprodon ya valga la pena por este encuentro casual.
Visitar estos recovecos de historia es recordar lo que fuímos, lo que este país vivió y lo que muchos se empeñan en olvidar simplemente porqué no se adecua a sus intereses.
Recordar es aprender, es ser más sabios, rememorar acontecimientos, reconocer las bajas pasiones que recorrieron estas tierras. Recordar debería evitar que los pueblos caigan en los mismos errores.
Sino recordamos, entonces estamos en la misma situación que esta niña que -por cuestiones obvias- despoja de su significado a esta añeja moto y a este entrañable sidecar.

lunes, 13 de diciembre de 2010

John Lennon y Central Park

La semana pasada -como ya sabéis- se cumplieron 30 años del asesinato del Beatle más destacado. Cada 8 de diciembre sus seguidores más acérrimos se juntan en el "monumento-mosaico" creado en su honor en Strabwerry Fields de Central Park en la isla de Manhattan a la altura de la 72nd St. Station.
Esta foto evidentemente no ha sido tomada en diciembre pero si en mayo y certifica que en todas las épocas del año los turistas y curiosos se concentran en este punto obligado de visita situado a pocos metros del edificio Dakota donde vivió y fué asesinado John Lennon.
En los aledaños encontramos pequeñas paradas cuyo tema principal son fotografías del homenajeado Beatle cuando vivía en el Upper West Side que se han convertido en elementos icónicos.
En cierto modo, pensar en John Lennon gracias a nuestro imaginario colectivo nos hace pensar en Central Park.
Nueva York es muchas cosas y muchas de ellas muy buenas, pero si algo la caracteriza del resto de ciudades es ese rectangulo gigantesco y verde situado en el medio del mapa que da aire a esta urbe.
Solo hace falta elevar un poco el punto de vista para comprobar las dimensiones de las que estamos hablando.
Cuando llegan los fines de semana, el parque se convierte es un espacio público tomado por los estresados neoyorquinos para tomar el sol, jugar al ajedrez o simplemente pasear sin el sonar de las sirenas o los claxons de los coches.
 


En la parte más "upper" del parque nos encontramos con diversos campos de beisbol en el que los chavales entrenan entre semana con sus compañeros de clase al estilo más yankee.
Y los fines de semana si hace buen tiempo, los estanques literalmente se "colapsan" de botes el más puro estilo newyorker de las películas de Woody Allen en la que los protagonistas intentaban remar si que volcara la barca.
 
Pero de todos es sabido que Manhattan tiene un clima atlántico bastante extremo con inviernos fríos y veranos asfixiantes. 
Lo que en mayo es de un modo, en pleno invierno Central Park se convierte en un lugar bucólico pero no por ello exento de magnetismo y belleza.